
La gastronomía catalana, tan rica como está, tiene un pequeño hándicap: no está muy pensaba para veganos. Desde el fricandó hasta els peus de porc, pasando por un trinxat con cansalada, una butifarra, un arroz con marisco… La comida catalana es deliciosa, pero algo restrictiva para quien no coma productos derivados de los animales.
Con el gluten lo mismo. Desde una picada con pan seco al omnipresente pa amb tomaquet el menú para los celíacos se reduce. Escalivada, bravas… y ya para de contar. De ahí que nazcan sitios como Pöstot, un sitio de cocina catalana vegana y sin gluten que es agua bendita para aquellxs que, ya sea por decisión propia o por prescripción médica, tienen que mirarse las cartas con lupa antes de pedir.
¿Pueden existir el fricandó, els canelons, el trinxat o una ensaladilla rusa vegana? Aquí parecen decir que sí, y ante la sencillez de dar sabor con una carne, un pesscado o un huevo, Pötstot revela un abanico de técnicas para crear platos veganos y sin gluten que hacen olvidar, o al menos no añorar, a sus originales carnívoros.
El restaurante donde todo se puede
Potsöt engaña con el nombre. No hablamos de un extraño sustantivo noruego para decir vegano, si no de dos palabras catalanas, pots tot, decoradas por el bien del marketing. Como en aquellos dobles sentidos visuales, una vez lo has visto ya no puedes dejar de verlo, y empiezas a entender que el leitmotiv del restaurante es ese, que cualquier persona, vegana, celíaca y demás, aquí todo lo pueda.
De ahí que ni un solo producto lleve gluten, y todas las veganesas (mayonesas veganas hechas con leches vegetales) que se usan, por ejemplo, en croquetas o canelones, no tengan ningún riesgo de contaminación. Porque, como explica el amable personal de la sala, basta acercar un producto con gluten a otro que no, aunque no se toquen, para que exista riesgo de contaminación.
Con esta idea, cocina catalana y mediterránea vegana, en un sector que acostumbra a buscar en el tofu y la soja asiática los potenciadores de sabor. Nada por aquí, con recetas como el canelón de champiñones con veganesa, delicioso, presentado en una masa de arroz.
De entrante, «sabrosada», una parienta de la sobrasada hecha a base de boniato que se sirve con pan de tef, un cereal etíope delicioso que permite un pan in gluten muy creíble. Detrás, las croquetas de espinacas a la catalana, con sus piñones y un panko de guisantes, más ricas que bastantes de las que hemos probado últimamente cargadas de leche y pan.
Arroz a la vegana y tapeo gluten free
Uno de los apartados destacados de la carta está en los arroces, elaborados al momento con arroces con denominación de origen del Delta del Ebro. De verduras, de setas de temporada, de calabaza y tofu y hasta de mar y montaña, con salicornia y shitake. Todos cocinados a cazuela y acabados al horno, sabrosos y hechos con mano y, de nuevo, como la croqueta, tan buenos y mejores que otros con animal.
Por lo demás, tortilla (sin huevo), ensaldilla rusa (sin atún), bravas (con allioli vegano), etc. Todo el imaginario habitual, pero esta vez pensado para que tots i totes puedan disfrutarlo.
📍 C/ de València, 204
💸20-30€