Viajar debería servirnos para ampliar horizontes y probar cosas nuevas; se supone que por eso salimos de nuestro entorno. Lejos de eso, en vez de innovar, preferimos buscar sucedáneos de lo que tenemos cerca de casa. Muchos turistas se limitan al pa amb tomàquet y la Estrella Damm y se vuelven a sus ciudades sin haber catado los verdaderos platos típicos de Barcelona ¿Sabéis cuáles son, verdad?
Pa amb tomàquet
Empezamos por el clásico de los clásicos, lo sabemos. Para hacer un buen pa amb tomàquet necesitas los tomates adecuados y el pan apropiado (de coca o pagés). Hay gente que restriega un ajo antes de untar el tomate; para gustos, sabores.
Canelons de Nadal
Realmente, su origen es italiano pero nosotros acostumbramos a comerlos el día de Navidad. Lo suyo es tirarse toda la mañana en la cocina haciéndolos, ya que la tradición dice que han de ser de carne y caseros.
Calamares a la romana
Es el típico plato que acompañas de una paella tras una intensa mañana en la playa. Lo mejor es tomarlos con el mar de fondo pero para eso habrá que esperar un poco. El invierno se acerca.
Crema catalana
Que sí, sabemos que no hay mejor crema que la de la yaya pero no queda bien aprovecharte de sus capacidades culinarias día sí, día también. Se toma con canela y “cremada”. Hay quien cuestiona esto último, pero sinceramente, una crema catalana sin quemar no es crema catalana, sino natillas.
Empedrat
Es una ensalada de judías blancas con aceitunas negras, pimiento y bacalao. Muy socorrida para alimentarse en épocas de «caloret».
Caldo de Nadal amb pilota
¿Y lo bien que sienta este plato en pleno invierno? Cuanto más grandes sean los galets de la sopa, mejor. Le puedes añadir judías blancas, tocino, zanahoria o patata. Soy de las que se comen los galets y luego mezclan el resto con el caldo. Un must de la navidad catalana.
Bikini
Vale, sí: es un sándwich con jamón dulce y queso fundido. Un mixto de toda la vida. Pero hubo un tiempo en que se popularizó irreversiblemente en Barcelona. El origen del nombre en términos de etimología popular reposa sobre una sala de baile barcelonesa: la Sala Bikini.
Fránkfurt
Al igual que esto es un perrito caliente al uso.
Escalivada
Lo más probable es que en tu infancia la detestases, pero ¿a qué niño de diez años le gustan el pimiento, la berenjena o la cebolla? (Bueno, el tomate es el único que se salva). Parece un plato muy sencillo y lo es. Pero puede ser absolutamente espectacular.
Calçots amb salsa romesco
No es lo más adecuado para una primera cita. No solo por la dificultad que supone comerse este espárrago con salsa romesco sin perder la dignidad, sino porque para más inri, hay que hacerlo con babero. Eso sí, están collonuts.
Butifarra amb mongetes
No, tampoco es un plato adecuado para una cita, sobre todo por las flatulencias que acompañan a las mongetes. Aunque bueno, mejor fuera que dentro, ¿no? Uno de los mejores y más clásicos esmorzars de forquilla.