Público, como muchos de los restaurantes en la calle Enrique Granados, es un proyecto ambicioso. Un local amplio, una inversión significativa y grandes expectativas. Sin embargo, a diferencia de otros establecimientos que parecen más enfocados en impresionar que en ofrecer calidad, Público ha encontrado el equilibrio perfecto entre un espacio imponente y una oferta gastronómica de alto nivel.
Este restaurante, que también funciona como bar, tienda de vinos y parrilla de pescados, se ha convertido en una excelente opción para disfrutar de una experiencia culinaria memorable en la zona. Al entrar, Público se presenta con una barra de pescado fresco donde los comensales pueden elegir su pieza favorita para un festín. En el centro del local, una tienda de vinos exhibe todas las botellas de la carta, disponibles a precio de coste (con un suplemento de 8€ si se desea consumir en mesa).
Y al fondo la guinda, un comedor que rodea una cocina abierta, casi como una barra de sushi, desde donde salen platos tradicionales reformulados con gracia y precisión. Un ejemplo destacado es su ensaladilla rusa con mejillones en escabeche. Pocos platos han sido reinterpretados tantas veces, y pocas versiones han sido tan acertadas como esta, que mantiene su esencia clásica pero se enriquece con el dulzor de las gambas y el umami ácido del escabeche de mejillones.
Otro plato notable son los calamares rellenos, una joya de la cocina catalana que escasea debido a su laboriosa preparación. Aquí, los rellenan con butifarra negra, ceps y avellanas, acompañados de un suquet y fesolets de Santa Pau. Este plato es un auténtico
ejemplo de maestría culinaria. Otros clásicos incluyen el tartar sobre brioche y la parmentier con huevo a baja temperatura y foie planchado, todo untuosidad. Para beber, si se puede optar por un maridaje, es altamente recomendable. No perdonar, si se puede, una copa final de su vino dulce de garnatxa solera, elaborado especialmente para ellos y conservado en una damajuana gigante en la barra. A