Las obras de La Rambla han vuelto a dejar al descubierto un tramo de la muralla medieval y uno de sus portales de entrada, restos de la muralla que protegió a la ciudad entre los siglos XIII y XIV.
Durante las obras de reurbanización de La Rambla, se han descubierto restos arqueológicos significativas de la muralla medieval que protegía a la ciudad. Los trabajos de control arqueológico, previstos en el proyecto, han identificado un tramo de muralla y un portal de entrada a la actual Plaza del Teatro, frente al Teatro Principal.
Estos restos corresponden al cierre original de La Rambla, construida entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV. Los trabajos en curso han permitido documentar un tramo de la muralla medieval de mediados del siglo XIV, y se está trabajando para documentar uno de los portales de entrada a la ciudad, específicamente el Portal de Trentaclaus o dels Ollers, situado en la actual Calle dels Escudellers, que cruza la Plaza del Teatro.
También se ha encontrado otro tramo de muralla en el extremo norte de La Rambla, cerca de Plaza de Cataluña. Aunque se trata de un tramo pequeño y poco visible, la muralla conserva hasta 3 metros de altura. Las excavaciones todavía están en marcha, por tanto, no se han descubierto todos los restos.
¿Por qué hay una puerta fortificada en Escudellers?
Según la información histórica y arqueológica, en 1285, durante una confrontación con Francia, el rey Pedro II el Grande ordenó la fortificación urgente de Barcelona con muros de tapia y torres de madera, salvo por la parte de mar. Finalizado el conflicto, el Consell de Cent asumió la tarea de fortificar debidamente la ciudad, convirtiéndose en la primera gran obra pública a cargo de esta institución.
El muro lienzo defensivo incluyó portales ya existentes como Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres, y añadió otros nuevos, como el Portal Nou en 1295. La Rambla formaba parte de este perímetro amurallado de principios del siglo XIV, que incluía zonas como Plaza Cataluña, Plaza Urquinaona, Paseo de San Juan, Calle Trafalgar, Arco de Triunfo y Parque de la Ciutadella.
Con motivo de otro conflicto bélico, esta vez con Castilla en 1357, el Consell de Cent decidió mejorar las murallas de finales del siglo XIII, incluyendo la adquisición de tres canteras en la montaña de Montjuïc y el reforzamiento del perímetro de la ciudad vieja, exceptuando el Raval. Los trabajos constructivos en la Rambla fueron especialmente complejos, incluyendo el traslado de la riera que bajaba por esta calle.