No es casualidad que Barcelona tenga las mismas letras que el sintagma nominal «Más perros».
Bueno, sí, claro que es casualidad. Y, además, una casualidad buscada y rebuscada. Pero da lo mismo porque las siguientes razones no son casualidad, sino que son una realidad: Barcelona es una ciudad ideal para vivir con perros.
1. Parque acuático para perros
El Resort Canino Can Janè es el único parque acuático para perros de Europa.
Y los barceloneses -todo hijo de vecino que tenga a bien desplazarse hasta Can Jané, realmente- tenemos la posibilidad de visitarlo
Con la visita al parque, aparte de hacerle un favor al pobre animal -que los meses de verano sufre lo que no está escrito- te haces un favor a ti mismo. Su diversión, tu diversión. Eso es así. Y quien tiene perro lo sabe mejor que nadie. Y es que, a fin de cuentas, lo que estás haciendo es sacar al perro de la zona de comodidad (cuatro paredes, si vives en un piso de Barcelona) que tú mismo le has impuesto.
2. Barkcelona, un club social para perros en tu ciudad
Abrigos para vestir a tu perro como si fuese a desfilar en la pasarela de Milán; colchones dignos de haber sido anunciados por Constantino Romero; galletas que si comes por error (como cuando mi padre comió paté de gato) acabarían por gustarte más que una Oreo; o peinados susceptibles de hacer creer a la peña que quieres llevar a tu perro a la mismísima gala de los Oscars.
No, no hablamos de una idea potencial para un capítulo de Black Mirror. Hablamos de Barkcelona, uno de los negocios más originales, llamativos y curiosos de toda la ciudad.
3. Playa para perros
Barcelona. Verano. 35º. Humedad. Calor. Sudor. Toby, tú te quedas en casa. Yo me voy a la playa. Toby llora, babea, jadea (porque así sudan los perros). Y entonces recuerdas que vives en Barcelona y que, por tercer año consecutivo, la Playa de Llevant tiene una zona destinada a perros.
Aunque más que una zona es casi un redil. Un redil de 1.250 m² con un aforo máximo de 100 perros, como en los dos años anteriores.
4. En estos bares y restaurantes tu perro es bien recibido
Pongámonos en situación: te vas a dar una vuelta con tu perro por, por ejemplo, el parque de la Ciutadella; te encuentras con un par de amigos que están dándole, qué sé yo, al diábolo; os apetece ir a tomar un algo por el Born pero el tiempo no acompaña para sentarse en una terraza; decidís tomaros una caña en x sitio; entonces te acuerdas de que vas con tu perro y que lo más probable es que no pueda entrar en ese bar.
¿Qué haces? ¿Te resignas y volvéis a casa, perro y lector, con el rabo entre las piernas? A partir de la lectura de este artículo no.
5. Museos para perros
Sí, también hay museos y espacios culturales que admiten perros en Barcelona. Uno de ellos es la Galería Miscelánea (lo puedes encontrar en El Raval en el Carrer de Guàrdia, 10), un espacio donde no solo encuentras exposiciones sino que también tiene bar y organiza eventos. No es el único, también puedes llevar a tu perro a El Convent (Carrer del Comerç, 36), que no es una galería de arte propiamente dicha pero sí organiza actividades culturales.