Seguramente hayas paseado alguna vez por el centro de Barcelona, y hayas visto los restos del acueducto romano que hay cerca de la Catedral. La mayoría de los barceloneses conocemos la estructura que le trajo el agua a nuestros vecinos en la época romana, pero desconocemos un canal que fue aún más importante, que regó la ciudad durante casi mil años y permitió la expansión de Barcelona hasta alcanzar el aspecto que tiene ahora. Es el Rec Comtal, la gran acequia de Barcelona, un canal vital en la historia de la ciudad que el Ayuntamiento ahora quiere recuperar.
El Consistorio ha presentado el Plan Director del Rec Comtal, un proyecto que busca recuperar la memoria de una estructura clave de la ciudad demasiado olvidada. La intención es crear un recorrido con hasta 33 puntos que, resiguiendo el camino original de la acequia, desde Montcada i Reixac hasta el Borne, permitan crear espacios verdes y vivibles que devuelvan al REC al mapa de la ciudad.
¿Qué era el Rec Comtal, el canal con mil años de historia?
Preguntarse sobre la historia de las ciudades es preguntarse, también, sobre la historia del agua. Si, como decíamos, los romanos hacían llegar el agua a Barcelona con un acueducto, en el s.X, una acequia que recuperaba, en parte, el recorrido de ese acueducto, fue el responsable de regar la ciudad y los campos que la rodeaban.
El Rec Comtal nació a mediados del s. X, hace más de mil años, cuando una salida de agua en la zona de Montcada i Reixac donde surgían aguas freáticas provenientes del río Besós, se canalizó con la intención de abastecer de agua a Barcelona y regar sus cultivos cercanos. El resultado fue un canal de 12 kilómetros de largo, que naciendo en Montcada cruzaba los que hasta el s.XIX fueron los pueblos independientes de Sant Andreu, Sant Martí de Provençals y todo el actual Eixample y barrio del Fort Pienc hasta el barrio de la Ribera (actual el Born).
En su recorrido, el Rec regaba la gran cantidad de cultivos que se acumulaban en el Pla de Barcelona, que se abastecían con un buen número de molinos instalados en sus orillas. Pero también servía como punto de encuentro social. Desde lavar ropa hasta celebraciones sociales, el Rec fue una infraestructura clave de la ciudad durante sus mil años de historia.
¿Qué queda del Rec Comtal en la ciudad?
El Rec estuvo en funcionamiento hasta el s. XIX, momento en que la expansión de la urbanización de la ciudad lo fue tapando. Pero aún así, hoy en día, se ecuentran algunos restos que nos puede permitir imaginar la historia de este canal.
Como explica muy bien este gráfico de El Periódico, partiendo del centro, el Rec seguía un recorrido que coincide bastante con la línea que une la calle de Carders, en el Borne, y sale hacia el Besós por calle Ribes, carrer del Clot y las calles Segre o Cinca, que bordean el agujero de las obras de la Sagrera. La acequia seguía por donde ahora está el Nus de la Trinitat, cruzaba Trinitat Vella y Vallbona bordeando el Besós y llegaba hasta Montcada, su punto de nacimiento.
Allí, de hecho, a día de hoy todavía se puede ver el punto de origen del Rec, en el edificio de la Mina de Montcada. En un espacio desconocido, un tramo de riachuelo se abre al aire libre tal y como debe llevar más de mil años.
A lo largo de todo el recorrido hay restos arqueológicos, la mayoría invisibles, de seste antiguo canal. En Sant Andreu están el Molino, el puente de Santa Coloma y un resto del acueducto romano, y por todo el Eixample hay restos soterrados bajo el Plan Cerdà. Pero la mejor pista de la existencia del Rec está en el urbanismo. En el Borne todavía está la calle del Rec Comtal (o les basses de Sant Pere) y todas esas calles mencionadas (Ribes, Clot…) rompen la cuadrícula moderna del Eixample y respetan el recorrido de la antigua acequia, demostrándono cómo de importante fue un canal que definió la vida en la ciudad durante un millar de años.
¿Qué hará el Ayuntamiento para recuperar el Rec?
El proyecto presentado por el consistorio prevé 33 actuaciones que recuperen parte del recorrido de la acequia y la vuelvan a hacer visible en la ciudad. El Rec no volverá a fluir por la ciudad, pero su memoria sí que aflorará. Estas 33 actuaciones se concretan en 9 zonas principales que resiguen el recorrido del canal construyendo parques y espacios de memoria.
Las 9 zonas son las Basses de Sant Pere, el Molí del Comendador y La Monumental en Fort Pienc, el Parc Lineal en La Sagrera, la Iglesia de Sant Andreu, el Pont de la Vaca en Vallbona, la Bassa Vella de la Torre y el carrer de Reixago en Can Sant Joan. En el Molí de Sant Andreu se hará una construcción importante, un parque con restos arquológicos y un jarón acuático que será una de las principales obras de este recorrido.
La intención general es aplicar criterios ambientales, paisajísticos y de patrimonio para crear espacios de calidad y recuperar el Rec como infraestructura verde y de recorrido urbano.