Las cabinas de teléfono ya hace tiempo que se convirtieron en una reliquia, un tesoro urbano que nos habla de una época pasada, en la que no existían los teléfonos móviles y por tanto toda nuestra vida era distinta.
Buena parte de los barceloneses no habrán usado jamás una cabina, pero aún quedan muchas en la ciudad. La mayoría en desuso, otras con funciones nuevas. En la Rambla, una calle que también había quedado algo anclada en el tiempo, quedaban 11 cabinas del primer tipo, teléfonos callejeros que se habían quedad sin uso, y que a partir de hoy empezarán a desaparecer.
Telefónica ha anunciando que entre hoy y mañana las cabinas telefónica que quedaban en la Rambla desaparecerán ya que, desde el 1 de enero, Telefónica no tiene obligación de dar servicio telefónico en la calle.
Aunque coinciden en el tiempo, la retirada no tiene nada que ver con la reforma de la Rambla. No obstante, ambas son señales de un paseo, de una época y de una ciudad que ya son cosa del pasado.