La Torre Bellesguard era el castillo medieval de Martin I el Humano, último conde de Barcelona.
En la calle más cara de España, diseñó Gaudí una casa espectacular, ¿sabes qué casa es? Y es muy probable que esta pregunta, acertijo engañoso donde los haya, invitase a una respuesta tan rápida como errónea: la Casa Batlló, diríamos casi todos.
La calle más cara de España es la calle Bellesguard y el metro cuadrado cuesta 8.808€. Ahora la equis se despeja sola: hablamos, claro, de la Torre Bellesguard. La torre Bellesguard está (la casualidad) en la calle Bellesguard.
La casa está proyectada a caballo entre el modernismo y el neogótico de sus primeras obras –ya hemos hablado de este periodo de Gaudí en el Celler Güell o en las Teresianas–. Pero la inspiración es medieval: la Torre Bellesguard era el castillo medieval de Martin I el Humano, último conde de Barcelona.
Estilismos y corrientes dúctiles a un lado, una de las cosas importantes de la Torre Bellesguard es que si somos un poco sensacionalistas podemos decir que es la obra en la que Gaudí traiciona sus ideales. O por lo menos, la obra en la que se contradice.
“La línea recta pertenece a los hombres, la línea curva es de Dios”, debió decir Gaudí en algún momento de su vida. Así pues, su obra apenas admite la línea recta. Y la Torre Bellesguard es una excepción.
Gaudí construyó la Torre Bellesguard en el periodo más fecundo de su vida y se erigió entre 1900 y 1909. La casa fue encargada por Jaume Figueras. Y la historia de su propiedad es una trama excelente para cerrar el artículo. Primero fue de Jaume Figueras, desde 1944 le perteneció a la familia Guilera, la casa estuvo cerrada al público hasta 2013 –cuando la familia necesitó financiación para reparar ciertas cosas– y el año pasado la compró Catalana Occidente por un poquito menos de lo que el Barça pagó por Clément Lenglet. Por 30 millones de euros.