En su momento fue la inseguridad, y ahora es la limpieza. Sobre Barcelona se abalanzan periódicamente relatos que calan, y que revelan que una ciudad siempre está en conflicto consigo misma, y que en una Barcelona de superillas y cambio climático, problemas tan viejos como la suciedad siguen aflorando cada tanto.
O eso es, al menos, lo que indica el último estudio de la OCU, que revela que Barcelona es, según sus vecinos, la sexta ciudad más sucia de España. La encuesta, llevada a cabo entre 6.853 ciudadanos y ciudadanas de setenta municipios, deja a la Ciudad Condal con una puntuación de 40 sobre 100, once puntos menos de los que el municipio obtuvo en la anterior edición de este sondeo.
La encuesta dice que uno de cada tres vecinos suspende a Barcelona en cuestiones de limpieza urbana, con las heces de perro, los grafitis y los botellones como principales problemas de higiene para la ciudad.
Las ciudades más sucias del estado
Según este mismo estudio, las ciudades más sucias de España son Palma, Alicante y Sevilla, y las más limpias, Oviedo, Bilbao, Vigo, Pamplona y Albacete. Según el estudio, la frecuencia de las lluvias y la asiduidad del barrido son elementos clave para mantener la limpieza.
La OCU indica que no existe, necesariamente, una relación directa entre una mayor inversión en limpieza y una mayor puntuación. En este sentido, el estudio muestra que ciudades como Pamplona o Albacete, de las más limpias, gastan 46 euros por residente en limpieza, frente a los 80 de ciudades como Sevilla, Barcelona o Madrid, a la cola de esta clasificación.