No es el primero, y probablemente tampoco sea el último. El subsuelo de Barcelona es la pesadilla de un inversor inmobliario y el paraíso de un arqueólogo, que sabe que, da igual dónde levante una piedra, siempre encontrará algún resto que nos hable de la Barcelona pasada.
Después de encontrar esqueletos en Laietana o masías en el Eixample, las obras de remodelación de la Rambla han descubierto otro resto importante: un cuartel militar que se escondía bajo el icónico pavimento de la calle más famosa de la ciudad.
Un cuartel militar bajo el paseo
Los restos encontrados en las obras de Las Ramblas, a la altura de la Rambla Santa Mónica, corresponden al antiguo cuartel de Drassanes, un edificio que estaba adosado a le Drassanes Reials, y que exisitió entre 1792 y 1935.
El cuartel ocupaba el espacio que actualmente ocupa otro edificio de uso militar, la Comandancia Naval de Barcelona, además de buena parte de la explanada que forma el Portal de la Pau. Por otra part, se han localizado restos del semibaluarte que conectaba con la muralla de Mar y cimientos de viviendas construidas en la parte interior de la muralla medieval de la Rambla.
Aunque puede ser difñicil de imaginar, si uno acude a los mapas dels Quaterons que Garriga i Roca dibujó en 1860 mostrando con precisión el urbanismo de la ciudad, al final de las Ramblas se aprecia enseguida la planta del antiguo edificio.
Los hallazgos más destacables del antiguo cuartel son «pavimentos del antiguo cuartel, los cimientos de las cocinas, así como la puerta de entrada». Como en el resto de hallazgos arqueológicos recientes de la ciudad, las piezas pequeñas se recuperarán y el resto será documentado y tapado de nuevo para dar paso a la reurbanización.
Según el blog Barcelofília, la memoria de la intervención arqueológica explica que el cuartel era una «edificación construida en 1792 en torno a un gran patio central y adosada totalmente al recinto de las antiguas Drassanes«. El antiguo edificio debía ser el el triple de grande que la actual Comandancia Naval y sirvió, al parecer, para acoger tropas de caballería.
Los servicios arqueológicos del Ayuntamiento explican que los hallazgos forman parte de edificaciones que ya se sabía que habían ecistido, ya que toda la zona de Ciutat Vella es, como se dice, de alta expectativa arqueológica, por lo que los restos vienen a confirmar la existencia de datos que ya se conocían.
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