Puede parecer un matrimonio difícil de ver en un altar de iglesia, pero no debería serlo tanto. La unión entre arte urbano y espacios sacros, habitual de ver en otros países, es menos común en España, pero la obra que se acaba de instalar en la basílica del Pi demuestra que esta reunión puede dar frutos preciosos.
Desde hace unos días el altar de la la iglesia del Pi acoge el mural «Crianza», una inmensa obra creada por Aryz, uno de los artistas urbanos catalanes más importantes de la actualidad. La pintura, de 14 metros de largo por 10 de ancho, se ha colocado en la zona posterior del altar de la basílica e ilustra una mujer sosteniendo a un niño en brazos, se podrá visitar durante seis meses.
La obra, inserta en esta iglesia del año 987, puede tener muchas interpretaciones: desde la crisis de refugiados en el Mediterrñaneo hasta la imagen de una virgen, según aseguraba el archivero y conservador de la basílica, Jordi Sacasas a El Periódico.
El autor de la obra, Octavi Serra Arrizabalaga, conocido como Aryz, es un artista urbano catalán reconocido internacionalmente, con varios montajes en espacios singulares que ahora, con esta obra, instalará por primera vez en una iglesia en activo.
«Crianza» nace de un encargo que la iglesia realizó a B-Murals, un centro especializado en arte urbano, después de que una pintada apareciera en en el ábside de la fachada. A partir de aquí, se pensó en la relación entre arte urbano y espacio eclesiástico hasta llegar a esta obra.es un artista con una larga trayectoria en la calle, aunque en los últimos años también ha realizado intervenciones, sobre todo en el extranjero, que han terminado dentro de espacios singulares.La instalación esconderá la cruz pero la figura de la Virgen María quedará a la vista, así como parte de las vidrieras.