Tabla de contenidos
Hablar de mejores paellas en Barcelona es un marrón y una osadía. Son muchos los restaurantes donde se puede disfrutar de un buen arroz al contrario de lo que pasa en otras ciudades del país, donde el arroz (paella y/o sucedáneos) se hace de cualquier forma —arroz con cosas, cosas con arroz, que canta Camellos—.
Por tanto, lo que nosotros llamamos las mejores paellas de Barcelona (o arroces) son, en todo caso, nuestra selección, y no nos atrevemos a alzarnos con ningún cetro. Es más, si conoces una gran paella, un buen arroz caldoso cerca de tu casa o un chiringuito cercano a Barcelona donde hagan el mejor socarrat, solo tienes que decírnoslo, que iremos corriendo a probarlo para añadirlo en esta lista.
El Xiringo de la Barceloneta
Pese a su nombre, El Xiringo no es un chiringuito al uso a pie de playa sino un restaurante ubicado en las callejas del barrio de la Barceloneta. Sus arroces son increíbles pero también lo son sus raciones y el trato ejemplar de sus empleados. El local es pequeño así que seguramente has de reservar.
📍 Carrer de Sant Carles, 23
La Mar Salada
Cuando pensabas que una calle tan turística como Passeig de Joan de Borbó, donde las grandes franquicias conviven con los restaurantes de apariencia más clásica, no podía ofrecerte gran cosa, descubres joyas como La Mar Salada. Su paella del senyoret quizá sea la que más recomendamos. Y ojo sus mejillones al estilo tailandés.
📍 Passeig de Joan de Borbó, 58, 59
7 Portes
Un clásico. Poco más puede añadirse. Un local cargado de historia y de recetas de toda la vida. Un capricho para, al menos, una vez en tu vida barcelonesa. El arroz Parellada, su seña identificativa, es un arroz del Senyoret (con sus gambas y mariscos ya pelados) con denominación de origen que han probados muchas generaciones de barceloneses ilustres y no tanto.
Sus asientos, coronados todos con una placa que recuerda qué personaje famoso se sentó ahí alguna vez (el Che, Robert De Niro… tu decides) son solo una muestra de los siglos de historia que acumula un local con casi 200 años de vida.
📍 Passeig d’Isabel II, 14
Informal
Informal es el restaurante de Marc Gascons (ya le visitamos y nos contó sobre sus bravas, unas de las mejores de la ciudad) ubicado en el Hotel Serras. Un lujazo que se paga como tal, pero la cocina de Gascons, estrella Michelin por Els Tinars, en Llagostera, nunca defrauda.
📍 Passeig de Colom, 9
Can Ros
Otro mítico de la Barceloneta que rebosa de locales y algún turista bien ubicado los fines de semana, con sus bancas de madera, sus cartuchos de pescado frito y su arroz negro con berberechos. Ante la exuberancia de los grandes locales arroceros del barrio, el Can Ros está en un local humilde de los que ofrecen gran cocina. Arroces finos y de calidad, secos lo justo y con un gran producto.
Ah, por cierto, entre semana hacen un menú de mediodía en el que por menos de 20 euros incluyen sus fantásticos arroces.
📍 Emília Llorca Martín, 7
Cruix
Este restaurante, otro clásico contemporáneo, presente en la Guía Michelin, busca llevar la cocina mediterránea, la de toda la vida, un paso más allá. Una cocina de calidad increíble de manos de cocineros curtidos en estrellas Michelin que ahora ofrecen una comida brutal y asequible. Sus arroces, como sus platos, son clásicos reversionados, el de ahora es de carne madurada y picañan, y siempre salen con una capita bien fina de arroz, como mandan los cánones.
Su menú del día, por ejemplo, cuesta 16 euros, y su menú degustación 39, lo cual lo convierte en uno de los mejores relación calidad-precio de la ciudad.
📍 Carrer d’Entença, 57
El Racó del Mariner
Ubicado antiguamente en el puerto pesquero, El Racó del Mariner tenía esos aires de barraca que cambiaron cuando se mudaron al Fòrum. Un planazo de fin de semana, auténtico.
📍 Port del Fòrum, Carrer de la Pau, Local P-0
Arume
Este local, escondido en una de las calles del Raval e instalado en el edificio de nació Manuel Vázquez Montalbán, rebosa encanto con sus aires de casa reconvertida en restaurante y nos hace estar satisfechos con que el legado del escritor gastrónomo esté en buenas manos.
Solo tienen dos arroces y aquí y, para nosotros, el mejor, es el meloso de pato y setas, aunque el origen gallego de los dueños se deja notar en la paella de marisco gallego al estilo Arume, que no decepciona.
📍 Carrer d’En Botella, 11
El Racó de l’Agüir
Abierto desde 1990, El Racó de l’Agüir se define como cocina de mercado y arroces al estilo de Alcoi (Alicante). Tienen cuatro tipos de arroces y paella de marisco. No seríamos capaces de decantarnos por alguno. Déjate recomendar y acércate a mediodía, donde su fórmula a veces incluye arroz. Una casa de barrio donde el arroz alicantino nunca defrauda.
📍 Carrer de Tamarit, 117
La Paella de Su
Estando tan cerca, es extaño que Barcelona tenga tan pocos representantes de la auténtica paella valenciana. La canónica, la de la batxoqueta y el conejo. La Paella de Su es uno de ellos. Susana, la dueña, es valenciana, y su casa es una de las pocas donde cada paella se arranca absolutamente de cero (sin caldos preparados o carne marcada), por lo que hay que pedirla nada más sentarse para degustarla una horita después.
Por el camino se pueden probar entrantes clásicos valencianos como la Titaina o el el esgarraet, y leerse los 15 mandamientos del buen paellero que figuran en la carta, y que nos indicarán como se come un (auténtico) valenciano una (auténtica) paella valenciana.
📍 Avda. Diagonal 436
Terraza Martínez
Los arroces se piden a mesa completa y llegan en paellas gigantes que convierten la comida en una fiesta, y el restaurante tiene una fórmula de 59 euros que incluye entrantes, paella y bebida que es un auténtico lujo.
Ctra. de Miramar, 38.
Menú 10 años (75€); Fórmula Martínez (59€); Precio medio (50-60€)
Casa Maians
De los lugares que sabe mal descubrir. En Casa Maians se las apañan para servir, en un local estrecho de la Barceloneta, una comida inspiradísima basada en la experiencia por las islas Baleares de la pareja de chef y jefa de sala.
Producto de esta experiencia es el arroz ibicenco, que, al contrario de lo que se pueda pensar, no tiene marisco, sino carnes y sobrasada, se sirve caldoso, y tiene la contundencia para levantar a cualquier fiestero tras dos findes en la isla.
📍 C. de Sant Carles, 28
L’Estupendu
No todo lo bueno está en Barcelona, por suerte, y muchas veces (cada vez más, te dirá un barcelonés), vale la pena salir de la ciudad a descubrir las maravillas que esconden sus márgenes. L’Estupendu es un ejemplo perfecto de ello, un chiringuito de playa en Badalona auténtico, con vistas a la playa y en la antípodas del chiringuito caro y malo que tanto abunda por nuestros lares.
En el Estupendu facturan arroces estupendos, como uno negro con navajas y cangrejo y un suquet también genial, recuperando una receta marinera tristemente difícil de ver en los restaurantes marineros habituales. Por lo demás, tapas alegres y ricas, decoración de madera azul y blanca y, en general, todo lo que le pides a un chiringuito de los de verdad.
📍C/ d’Eduard Maristany, 75, Badalona
Casa Amàlia
De Casa Amàlia ya te hablamos en su momento porque hacen algo que deberían hacer más restaurantes de la ciudad: señalarte en cada plato de su carta de dónde proviene el producto que compraron. Y es que este restaurante está puerta con puerta con el mercado de la Concepció, y su producto lo compran ahí mismo.
Aquí, además, hacen cocina catalana de la buena, y aunque tienen apenas un par de arroces, los clavan, con sabores de montaña que consiguen haciendo paella de presa ibérica u otra de conejo a baja temperatura. Un lujo de sitio.
📍Ptge. del Mercat, 14, L’Eixample, 08009 Barcelona