La tortilla de patatas, como las croquetas o la ensaladilla, son el termómetro de la calidad de cualquier tasca que se precie. Y no es necesario tener cuatro estrellas Michelin para hacer bien ninguna de estos platos, porque cuando alguien maneja los fogones con destreza, se nota y no por nada, antiguamente, cuando no existían los currículum, la primera prueba de un chef para entrar a trabajar a una cocina era elaborar una tortilla.
Tortillas buenas, decimos, hay muchas en Barcelona. y aquí solo van algunas de nuestras favoritas, porque abrazar la totalidad siempre es imposible.
Ah, y del debate sobre si la tortilla es con o sin cebolla no diremos nada porque ya está zanjado.. Y sobre si ha de ser cremosa por dentro o más bien seca tampoco, que aquí somos todxs entendidxs.
Tort
Se han comido el final del nombre (lo iban a llamar «Tortilla») porque no pudieron resistirse. Este restaurante de Barcelona lo bordan en lo que a tortillas se refiere. Tanto si la pides en el local o mediante las plataformas habituales de comida a domicilio, podrás saborear de una de las tortillas más jugosas y equilibradas de Barcelona que, además, se sirve en pan de hamburguesa. Porque los clásicos también se reinventan.
📍Amigó, 33.
Flash Flash, clásico de clásicos
Esta tortillería es una de las míticas y su local es espectacular, o al menos, especial. Un espacio anclado en los 70 que nos habla de la historia de una cocina que lleva décadas siendo la meca de la tortilla de la ciudad.
De aquí han salido míticos como la tortilla de bravas o la de cruasán (que siguen en su carta), y, por sus mesas han pasado todas las personalidad relevantes de Barcelona, incluidas los reyes del país. Si andas con ganas de innovar y quieres ir más allá de la tortilla clásica (o sentirte regio comiendo una tortilla), este es uno de tus sitios.
📍 Carrer de la Granada del Penedès, 25
Fismuler, tortillas de alta gastronomía
Su tortilla es, junto con su escalope (que también hemos probado), uno de sus clásicos. La última que probamos era de bacalao y era espectacular, se deshacía en la boca. Como buena parte de sus platos: clásicos de toda la vida pasados por el filtro de la cocina elevada.
Fismuler es un buen ejemplo de cómo un restaurante puede crecer y expandirse sin dejar de hacer las cosas bien. De hecho, hace poco abrieron Molino de Pez, donde hacen una tortilla con espuma de yema que te deja bastante loco. Por cierto, deja también un hueco para su tarta de queso, una de las mejores de Barcelona.
📍 Carrer del Rec Comtal, 17
El Pollo, la tortilla modernilla
De este bar (y de su tortilla) ya te hemos hablado. Un bareto de toda la vida que ahora un joven cocinero de Bilbao ha cogido para darle una segunda vida en la que las tapas, también de toda la vida, pero hechas con muy buena mano, son la seña de identidad.
Las tortillas son su principal bandera. La clásica ya está buenísima, pero aquí es uno de los pocos lugares de la ciudad donde también hacen la tortilla vasca con txapela, es decir, tortilla con un acompañamiento por encima. La de bonito o la de setas con trufa son de otro nivel.
📍 Carrer del Tigre, 31
Local 225, la simplicidad por bandera
Una carta preñada de clásicos renovados: aperitivos, raciones y ojo a sus bocadillos. Y en una carta como esta no podía faltar una buena tortillas de patatas. Suelen tener dos: la clásica y la especial, que va variando, todas bien preparadas, y cuajadas lo justo. Una de esas joyitas made in Poblenou. ¿Alguna idea mejor que desayunar un pincho de tortilla?
📍 Carrer del Dr. Trueta, 225
Bar Alegría, las tortillas que nacieron en el Bulli
El Bar Alegría lo regenta Tomás Abellán, que es hijo de Carles Abellán, uno de los alumnos aventajados de elBulli. Tomás ha seguido la estela de su padre: ofrecer tapas de toda la vida pero mejorando su calidad y dándoles una vuelta para convertirlas en alta gastronomía accesible.
El Alegría es un local modernista precioso, que ha actualizado el espacio y ha respetado clásicos como la tortilla. Aquí la hacen trufada bien cremosa por dentro, y como ya puedes imaginar, sabe a gloria. Y si lo tuyo es la trufa, ojo también al «Bikini de mi infancia» con jamón ibérico y trufa, que es un escándalo.
📍 Carrer del Comte Borrell, 133
Les Truites, el nombre lo dice todo
Otra de las tortillerías míticas, quizá la más famosa, con 50.000 seguidores en Instagram. Aquí el debate sobre si la tortilla lleva cebolla o no está totalmente superado, ya que cualquier tortilla que imagines ya la han cocinado ellos, como esta de croissants o esta otra de panellets.
En su web puedes consultar las tortillas del día y descubrir que, en esto de las tortillas, el cielo es el límite. El día que escribimos estos encontramos, entre muchas otras, la de pulpo a la gallega, macarrones al pesto o gulas con gambas.
📍 Carrer d’Arimon, 22
Koska Taverna, un oasis tortillero en Blai
Parada obligada en Poble Sec para lo que anden perdidos por la calle Blai, buscando algún lugar de calidad entre tantos locales con pinchos de batalla y de mala calidad. Aquí tienen su refugio.
En esta taberna abunda el buen vermut y, cómo no, las buenas raciones. Fundamental probar su tortilla de patatas con chipirones en su tinta o esa que vemos en la foto, con callos por encima.
📍 Carrer de Blai, 8
Mantequerías Pirenaicas, clásicos ganadores
Son muchos los que han hablado de sus tortillas como unas de las mejores de la ciudad. Tienen local en la zona alta, pero también hacen reparto a domicilio, así que ya no tienes excusa. Su tortilla es con cebolla, claro, pero caramelizada.
Su receta es un homenaje a la tradición. Una tortilla de patata con cebolla caramelizada muy bien hecha, tostada y rugosa por fuera, y con un color ámbar en el interior, líquida pero no demasiado. Una auténtica gozada.
📍 Carrer de Muntaner, 460
Norte, tortillas venidas del Cantábrico
Algo hace bien un local cuando solo abre por las mañanas. Las tortillas de Norte están inspiradas en eso, en el norte del país, que por algo las mejores tortillas salen de Galicia o el País Vasco. Aquí las hacen al momento, en pincho o en bocata (a mediodía de bacalao) y en las horas tranquilas, te las pueden hacer al gusto y puedes hasta comprarte una entera.
El local tiene una anécdota que explica las pasiones que levanta. En pandemia los vecinos pusieron dinero en apadrinando restaurantes a través de El Tenedor, y Norte fue el restaurante q más dinero de España recaudó en menos tiempo. Para que veas que la fe (y la tortilla) mueve montañas.
📍 Carrer de la Diputació, 321
TORTILLEZ, otra casa de la tortilla en Barcelona
Lleva solo tes meses abierto y ya se ha convertido en un esencial para los tortilleros de la ciudad. Tiene una historia curiosa: Tortillez ocupa el local donde antes estuvo, por 32 años, el Ria de Mera. El matrimonio que llevaba el local no quería dejárselo a cualquiera, así que hicieron un casting que consistió en pasar una semana cocinando en el local antiguo. Por suerte, las tortillas de Tortillez lo ganaron.
Gracias a eso ahora tenemos un bar de tapas clásicas bien cocinadas (ensaladilla, meloso de ternera al oporto…) donde el punto de las tortillas se puede escoger como si fuera el de un chuletón: hecha, poco hecha, muy hecha, pasada... La más vendida es la Cayetana, con con trufa, jamon iberico, cebolla caramelizada y queso cabra o la Olivia, con espinacas y queso idiazabal
📍 Carrer del Consell de Cent, 299
Tremendo, tortilla de casa, técnica de estrella Michelin
Tremendo responde a una pregunta simple: ¿Qué se come cuando se va de excursión al campo? Tortilla y pollo emapanao. Pues esas son las especialidades de Tremendo: tortilla por un lado, y pollo frito estilo Kentucky por el otro. Ambos surgidos de hacer un restaurante de comida popular pero con un cocinero que se ha forjado en barras de cocina con estrella Michelin en Londres.
Las tortillas aquí se hacen con cebolla caramelizada durante 4 horas (aunque te la pueden hacer sin ella, pesadx). No las hacen muy hechas, por comodidad en la cocina, y siempre tienen 3 o 4 tortillas de fuera de carta que cambian cada semana.
📍 C. del Consell de Cent, 12, 08014 Barcelona