Ya no hace falta haber cruzado un océano o ser un gastrónomo experto para conocer y ser fanático de los ceviches, los chaufas o las causas. La comida peruana lleva años siendo la comida de moda. El frescor de sus platos de mar, la contundencia de sus guisos criollos o el sabor intenso de la comida chifa peruana ha hecho que la gastronomía del país andino aterrice para quedarse en Barcelona.
De los pequeños locales de cocina peruana casera para los primeros migrantes del país que llegaron a la ciudad, a las grandes cevicherías creadas por gente de la talla de Gastón Acurio, el Ferran Adrià peruano. Barcelona tiene un muestrario enorme de restaurantes del país del ceviche, y por eso te traemos una lista con los mejores restaurantes peruanos de Barcelona para que sepas navegar por ellos, y pegarte un auténtico viaje a Perú sin necesidad de salir de la red de metro de Barcelona.
Don Isidro
Las taberna son un tipo de sitio con categoría propia en Lima y las otras ciudades peruanas. Son el equivalente a nuestra casa de menjars, lugares llenos de historia donde la comida tiene el sabor que otorgan décadas de experiencia, y donde uno come también la historia que respiran las paredes del local.
Don Isidro quiere ser una taberna peruana aquí, y se convierte así en uno de los mejores restaurantes peruanos de Barcelona. Por eso en su carta está el ceviche clásico, la causa limeña, yucas a la huancaína, rocoto relleno, chaufa de cerdo o guisos clásicos pero desconocidos como el carapulcra. Una carta de taberna de centro de Lima pero servida en un local en pleno centro de Barcelona.
📍C/ dels Enamorats, 11
💸Precio medio:
Mishkiuchu
En Mishkiuchu son especialistas en tapas peruanas, de esta manera si no te decides por un solo plato, puedes optar por probar unas cuantas de ellas. Su especialidad, cómo no, es el ceviche, aunque también encontrarás platos con sabor a Perú como el Tequeño de Ají de Gallina, la Jalea o los Choritos a la Chalaca, o sea, mejillones acompañados de salsa criolla.
Mishkiuchu significa disfrutar de la gastronomía peruana, según la web, por lo que aquí sirven todo lo que abarca la gastronomía del país, desde recetas tradicionales peruanas, a otras surgidos de la fusión (como la comida chifa peruana) que ya se ha convertido en símbolo de la cocina del país andino, como el Lomo Salteado al Wok o la Tagliatelle a la Huancaina.
📍C/ de Sepúlveda, 23
💸Precio medio: 20€
La Candela
La metáfora nos dice que el fuego de una buena cocina peruana se ha encendido en medio del Borne, en la plaza Sant Pere, donde un bar de tapas que ya existía, La Candela, se ha convertido en un señor restaurante peruano donde hemos probado, lo decimos abiertamente, la mejor causa desde que pasamos por Perú. Sirva de ejemplo de su cocina: un plato tradicional que puede ser rústico se convierte en un plato fino y reinventado, donde la proteína, que suele ser pollo o atún, es aquí un medio camino delicioso de gambas salteadas en salsa anticuchera agridulce.
Candela se ha reinventado para convertirse en un paseo por una reinvención, también, de platos clásicos peruanos tratados, a menudo, con técnicas de aquí. Así salen unas croquetas de chupe (un tipo de sopa peruana) de bacalao, muy buenas y contundentes; la causa mencionada; un ceviche con una leche de tigre muy bien equilibrada y fina y un arroz meloso con pato de bellota con sabor a ají y chica de jora (y arroz del Delta de l’Ebre). Acabar con el clásico tres leches, que aquí son cinco, y con unos cócteles que son igual de importantes que la comida.
📍Pl. de Sant Pere, 12
💸Precio medio: 30-50€
Yakumanka
La pasión española por la cocina peruana no podía sino hacer que Gastón Acurio, el Ferran Adrià peruano, el gran exponente del país del ceviche, cruzara el océano para instalarse aquí. De ese viaje nace Yakumanka, la embajada de Gastón Acurio en Barcelona.
El sitio nace, como dicen ellos, «fiel al concepto de cebichería popular del Perú, con platos abundantes y estética criolla». Por eso el foco de la carta está en los ceviches, los tiraditos (un sashimi a la peruana) y entrantes con sabor a mar como la leche de tigre o las causas de pescado. Cremita marinera peruana del mejor chef del país hecha en tierras barcelonesas.
📍 C/ de València, 207
💸Precio medio: 40-50€
Cocorocó
Cocorocó es el ejemplo de los peruanos que queremos. Un restaurante de precios accesibles donde uno olvida que come comida peruana porque aquí, lo que se come es comida realmente buena. Pero aparte de rica, la comida peruana de este restaurante familiar eleva la gastronomía del país andino.
En un local más bonito que la media, y con una oferta que sube el nivel del menú peruano guerrero pero sin convertirlo en un restaurante inaccesible, Cocorocó ofrece un gran ceviche, por supuesto, pero lo clava también con guisos caseros como el lomo saltado o el ají amarillo, los dos platos preferidos del matrimonio que regenta el restaurante.
📍C/ de Muntaner, 83C
Ceviche 103
Más de lo mismo. Alta cocina marina peruana traída directamente del Pacífico hasta este local del Eixample. Tal y como el nombre indica, en Ceviche 103 podrás encontrar hasta siete propuestas de este plato típico peruano y una carta algo más juguetona que la de Yakumanka, pero al mismo nivel.
Además, el menú guarda algunas curiosidades para entendidos, como ese arroz con pato a la chiclayana, típico de los domingos en la costa peruana, un tacu tacu (un plato de aprovechamiento de las sobras del arroz y las judías) con entraña o unas conchas a la parmesana, zamburiñas gratinadas con queso.
📍 C/ de Londres, 103
💸Precio medio:40-50€
Warike
En Perú, un huarique es ese restaurante pequeño y escondido (un hueco, le dicen), ese lugar que pocos conocen pero donde se esconde comida auténtica y deliciosa. El Warike de Barcelona quizás empezó escondido, pero ahora es ya una institución entre los restaurantes de comida peruana en Barcelona, ya que es uno de los poco que se ha especializad en un campo concreto: la carne a la brasa al estilo peruano.
Ellos dicen que hacen peruvian street food, y nosotros creemos que hacen algo más. Aquí cocinan pollo y cerdo a la caja china y al cilindro, las dos técnicas peruanas de asar a la brasa, y también hacen anticuchos y sánguches con toda esa carne que asan a la brasa. Una auténtico asador peruano donde descubrir que la mezclaentre el sabor a brasa y la sazón peruana es un combo ganador.
📍 C/ de Bilbao, 24
💸Precio medio: 30-40€
La Turuleca
Que el pollo es la carne universal por antonomasia quizás todos lo sabemos, pero pocos países para hablar de ello como Perú, que han convertido el pollo asado en un plato nacional y hasta tienen un día anual, el tercer domingo de julio, dedicado a este plato. Por eso es una buena noticia tener una Turuleca aquí, un sitio que ya desde el nombre, nos avisa de que aquí se cocinan gallinas.
Aquí la estrella es, evidentemnte, el pollo a la brasa, nuestro pollo a l’ast, que en Perú se preprara marinándolo previamente con una decena de especias o hasta cerveza, y luego se cocina, idealmente, a la brasa. Así sale el de aquí, para comer in situ o delivery. Hay bastantes opciones más, y aunque recomendamos probarlas todas, también recomendamos probar, al menos una vez, la versión peruana del pollo a l’ast.
📍 Carrer d’Arizala, 5
💸Precio medio: 20-30€
Cumpanamá
Pocos saben que el auténtico secreto de un buen arroz chaufa no está en el grano del arroz, en la salsa de soja (o sillao que le llaman en Perú) o la maña para dar vueltas al wok, que también. Una clave del chaufa es un buen cerdo asado, pedacitos de cielo que dan sabor y crocante al arroz. Ese es el secreto del chaufa de Cumpanamá, ya que su arroz chaufa sale con un cerdo preparado a la brasa de la caja china.
Cumpanamá es el nombre de un dios amazónico, y por eso la carta de este restaurante peruano tiene guiños a la cocina amazónica del país, algo poco habitual de ver por estas tierras mediterráneas. De ahí salen el tacacho con cecina o los patacones, dos platos típicos de la selva que destacan en la propuesta de este local.
📍 C/ de Bailèn, 127, 08009 Barcelona
💸Precio medio: 20-30€
Pueblo Libre
En Lima, Pueblo Libre no es un municipio revolucionario, sino un barrio donde se concentra una buena cantidad de tabernas donde ir a tomar unos pisco sour y unos chilcanos. El Pueblo Libre de Barcelona recupera la estética de estos locales y sirve una carta completa de platos clásicos de la cocina criolla peruana.
Ceviche, papa rellena, anticucho de corazón, ají de gallina, seco de churrasco… Lo mejor de la cocina limeña está representado aquí, de forma que uno pueda darse un paseo mental y gustativo por la capital del Perú sin salir del Eixample barcelonés.
📍: C/ de Sepúlveda, 151
💸Precio medio: 20-30€
Rocoto
Rocoto es de eso restaurantes que nos gustan. Antes de que la alta cocina peruana desembarcara en Barcelona, la gastronomía andina estuvo representada aquí por pequeños restaurantes caseros en los barrios menos céntricos, que daban de comer comida peruana a los inmigrantes del país que se instalaban en los barrios menos gentrificados de la ciudad. Rocoto es uno de estos sitios.
Escondido en las profundidades de Sants, el Rocoto está especializado en comida para peruanos, es decir, nada de ceviche fancy, sino pollos a la brasa, parrillas de carne y otros platos clásicos a precios contenidos y con la baza del menú de mediodía, siempre con ceviche o algún chaufa a buen precio, facilitando que todos lleguemos a conocer de primera mano la auténtica cocina peruana.
📍Carrer d’Olzinelles, 13
💸Precio medio: 20-30€