Como toda gran ciudad abierta al mundo, Barcelona se mueve siempre entre la preservación de su identidad y la homogeneización de lo global, y en según qué partes de la ciudad gana la segunda. De ahí que los siguientes lugares de la ciudad resulten tan insólitos.
Sant Andreu
Si hablas con alguien del distrito de Sant Andreu se referirán a él como «el pueblo». Es tal el sentimiento de pertenencia al barrio que se sienten (y se siente) como una escisión de Barcelona. Pasear por sus calles de naranjos y tapear por sus bares (La Bodegueta, por ejemplo) es un placer.
Vil·la Joana
Esta masía del distrito de Sarrià – Sant Gervasi, documentada en el siglo XVI, es un viaje al pasado. Hoy acoge la Casa Museo Verdaguer, integrada en la red de espacios patrimoniales del Museo de Historia de Barcelona (MUHBA).
Las Tres Chimeneas
Amadas y odiadas por igual, las Tres Chimeneas son testimonio de la historia reciente de la Catalunya industrial. Símbolo de contaminación, pero también de lucha, protesta y movimiento obrero. Hoy están abandonadas, aunque se barajan varios proyectos desde hace unos años para devolver a la vida a este mastodóntico recinto de cemento y metal que el salitre va carcomiendo.
Búnkers del Carmel
Aunque conocidos popularmente como los búnkers del Carmel, lo cierto es que aquí nunca hubo búnker alguno, sino baterías antiaéreas durante la Guerra Civil. Hoy el enclave ofrece una de las mejores vistas de Barcelona.
Laberinto de Horta
Más propio del mundo onírico de Alicia, este laberinto se encuentra en el parque del Laberint d’Horta, el jardín más antiguo conservado en la ciudad.
Los patios de Barcelona
Barcelona tiene ciertos remansos de paz. Algunos de ellos son sus patios. Lugares donde desconectar con una birra, un libro o un café y buena conversación. Aquí tienes algunos de nuestros patios favoritos.
Casa de les Punxes
Su nombre original es Casa de Terradas, pero todo el mundo la conoce como Casa de les Punxes (Casa de los Pinchos). El arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch es el responsable de este impresionante edificio ubicado en plena Diagonal.
Estación de Francia
Resulta llamativo que sobreviva la apariencia de una estación como esta si se la compara con otras más modernas como la de Sants. Su primera terminal se inauguró en 1854. Ha llovido ya.
Refugios antiaéreos
Uno de los más conocidos es el de la Plaça del Diamant. Tal es el nivel de detalle y de conservación de este refugio antiaéreo que se pueden ver las marcas que dejaron en las paredes las velas con las que se iluminaban las personas que en él se cobijaban.
Carrer de Aiguafreda
Calles como Aiguafreda había mil –entiéndase la hipérbole– en Horta. Pero por lo que sea, actualmente, es de las pocas que quedan. Y así, desde la excepción, se han erigido en muestra de identidad de un barrio o de una ciudad que ya no existe.
Allada Vermell
No hay turista que reprima la tentación de fotografiar su fachada, ni tampoco vecino del Born que no comience cada mañana encantado con el jardín improvisado con el que topa en carrer d’Allada-Vermell, 12.
Plaça de Sant Felip Neri
Es difícil encontrar esta plaza en paz, siempre llena de turistas. Pero si consigues acercarte en la hora precisa (bien entrada la noche) entenderás su magia. También su historia, que te contamos en este vídeo.
Torre Bellesguard
Ubicada a los pies de la Sierra de Collserola, la conocida como Torre Bellesguard (Casa Figueras, oficialmente) fue diseñada por Antonio Gaudí a principios del siglo pasado.
La Barceloneta
Resulta llamativo que Barcelona siga conservando la autenticidad de una barrio como este. Allí se dan cita turistas y gentes del barrio de toda la vida. Aquí te recomendamos algunos de los imprescindibles de La Barceloneta.
Recinto Modernista de Sant Pau
Antiguo hospital modernista (el más grande el mundo), hoy todavía invita a la calma que necesitaran otrora los enfermos.
Iglesia de Santa María Reina
Inspirada en algunos de los iconos arquitectónicos de la ciudad de Florencia, esta iglesia insólita y los jardines en que se enmarca merece la pena una visita.